Entre
las casas de piedra y madera de Quintanilla, distribuidas en hileras, aparece
la iglesia de La Inmaculada Concepción y
sus robles
centenarios. Junto
a la entrada del pueblo, al otro lado de la carretera,
se emplaza una necrópolis
altomedieval con numerosas
tumbas antropomorfas talladas en arenisca y junto a la
carretera, las Ánimas-Humilladero
de Quintanilla.
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